La
regulación Aeronáutica Internacional define unas estructuras organizacionales
mínimas al momento de realizar operaciones aeronáuticas de transporte. Una de
las razones principales por la que se exigen dichas estructuras, se fundamenta
en la necesidad del uso de la maquinaria humana que garantice la seguridad.
Es por
ello, que las aerolíneas cuentan con un responsable del mantenimiento de la
flota y éste a su vez dispone, entre otros entes, de un cuerpo de ingeniería. Una
función primaria para un departamento de ingeniería, es sin duda el análisis de
los boletines de servicio, emitidos por el fabricante de los diversos modelos
de aviones que componen la flota.
Hay que
tener en cuenta que los fabricantes de aeronaves, disponen entre sus departamentos
de grupos de análisis, que reciben datos de las experiencias de servicio de los
operadores, mantenedores y autoridades a nivel mundial, y que sumados a los
datos obtenidos en los ensayos y procesos de mejora internos, conllevan a la
emisión de publicaciones, donde se muestran las conclusiones obtenidas hasta el
momento, y se sugieren planes de acciones para detectar, evitar, corregir,
evaluar y controlar defectos, imperfecciones o daños de diferente índole, de
forma tal de prevenir que estos daños ocurran; todo ello en pro de la seguridad.
Estos documentos son conocidos como los Boletines de Servicio.
En
algunos casos, estos planes de acción llegan a ser tan determinantes, que las
autoridades aeronáuticas le dan un grado mayor de importancia e incidencia en
la seguridad llevándolos a un rango mayor, conocidos como Directivas de
Aeronavegabilidad, con lo que su aplicación adquiere un carácter obligatorio.
Es
importante resaltar, que estos documentos están diseñados para que se incluyan
datos precisos de las aeronaves, motores, hélices o equipo que puedan estar
afectados, y se codifican de acuerdo al sistema que afectan.
Es responsabilidad
de cada operador, realizar de manera periódica, los análisis pertinentes para
determinar en primera instancia si alguna de sus aeronaves es afectada o no,
por los procesos descritos en los boletines.
Otro
aspecto recomendado es establecer un sistema de ranking de los documentos
emitidos por fabricantes y autoridades. Darle más importancia a aquellos que
son Mandatorios (Directivas de Aeronavegabilidad), luego a aquellos que son
emitidos como alerta ya que pudieran convertirse en Directivas (Alertas), luego
los recomendados y otros documentos que son mejoras potenciales,
actualizaciones, reparaciones tipo, etc.
Este análisis
debe incluir un examen minucioso de la información disponible en contraste con las
características propias de las aeronaves de la flota y garantizar la inclusión
de consideraciones bajo un esquema de criterios, que permitan recomendar la
aplicación de un procedimiento o no. Usando variables como costo vs incidencia
en la seguridad, dificultad de incorporación y efectividad.
Una
metodología que en lo particular recomiendo consiste en realizar análisis de
impacto, donde se contrasta la decisión entre dos variables, la consecuencia
del evento vs la probabilidad de la ocurrencia. Bajo esta estrategia, se
recomienda la aplicación del procedimiento si ambas variables arrojan
resultados altos. Es de suma relevancia, incorporar en el análisis criterios de
evaluación tales como: Costos de implementación, categoría del origen (Si es un
ítem relacionado a seguridad o no).
Finalmente,
el analista debe emitir un veredicto y denotar las implicaciones de su trabajo,
haciendo énfasis en detalles como fechas límites para implementación,
materiales requeridos, habilidades especiales de ser necesarias, herramientas, efectos
sobre los programas de mantenimiento y los programas de confiabilidad, entre
otros.
En
conclusión, el análisis de los boletines de servicio, debe ser un proceso periódico
y prioritario, que debe realizarse de manera minuciosa y los resultados de este
análisis conviene notificarlos a la organización para que cada actor
involucrado en el control de flota y planificación de recursos, tanto
materiales, financieros como humanos, tengan el tiempo suficiente para
amortiguar el impacto que supone su aplicación.





